lunes, 21 de abril de 2014

Cuentacuentos: Los tres Cerditos

A la hora de elegir entre los tres tipos de transmisión literaria: narración con cuento, lectura o cuentacuentos, me decidí por realizar un cuentacuentos para niños de dos años, sobre un texto folclórico, como son Los tres cerditos.

Como bien sabemos, los cuentacuentos son relatos, trasmitidos oralmente, que desarrollan la imaginación de los niños, porque tenemos que tener en cuenta en esta estrategia de transmisión literaria no se utilizan ilustraciones; las únicas imágenes que el receptor ve, las crea su imaginación y ésta es, precisamente, la mayor virtud del cuentacuentos: la capacidad de generar imágenes en la mente del que escucha, la capacidad de desarrollar la fantasía, la imaginación, etc.

Un buen cuentacuentos, debe seguir la estructura clásica del cuento: introducción, nudo y desenlace.

En la introducción se plantea la historia y se presenta a los personajes.

En el nudo se desarrolla la trama, se expone el conflicto que implica a protagonistas y antagonistas y se coloca al oyente en el punto álgido de la situación.

En el desenlace se ofrece la solución de la historia con sus conclusiones.

Los cuentos infantiles suelen tener una fórmula de inicio (tal como "érase una vez", "había una vez" o "érase una vez que se era") y una de salida (del estilo "y fueron felices y comieron perdices"), ya que los cuentos suelen acabar bien.

La tarea de los cuentacuentos

Parece que explicar un cuento no debe comportar ningún problema, pero a la hora de la verdad, ante un exigente público infantil, contar bien un cuento no es tan fácil: se requiere una cierta dosis de gracia y un poco de técnica.

El primer requisito de indispensable cumplimiento es saber elegir el cuento, atendiendo a algunos condicionantes. El primero es la edad de los oyentes ya que, dependiendo de esta variable, cambiará su nivel de comprensión y su capacidad de atención. Así pues, la primera obligación del buen cuentacuentos es atinar en la elección de la historia.

Adaptar el lenguaje a los más pequeños

Una vez escogida, el cuentacuentos deberá ser capaz de adaptar su lenguaje para facilitar el entendimiento de los pequeños. Es una buena idea preparar una ambientación adecuada al cuento: una iluminación conveniente, una mínima escenificación y quizá algún muñeco o títere, darán más fuerza, vivacidad y credibilidad a la historia y a quien la cuenta.

Sin embargo, no disponer de elementos externos y contar sólo con el apoyo de un libro o de la propia memoria, no debe representar ningún obstáculo en el camino hacia el éxito del cuentacuentos, porque, como decía el escritor francés Antoine de Saint-Exupéry,  "los niños tienen mucha tolerancia con los adultos".

Características del buen narrador

Un buen narrador debe ser capaz de convencer con su voz, sus gestos, sus movimientos y su cara. Precisa imaginación, expresividad y grandes dosis de comunicación para que se produzca la necesaria empatía con los oyentes infantiles. Una vez establecida esta conexión entre el adulto que cuenta el cuento y el niño que lo escucha, la complicidad está asegurada y el éxito de la historia está garantizado.

Un cuentacuentos no debe limitarse a leer una historia usando palabras más o menos certeras, sino que debe hacer soñar a los niños, transportándoles con su narración hasta el mundo imaginario en el que viven los cuentos (los de ahora y los de siempre) dándoles el punto de vivacidad y certeza que "enganche" a los niños.

Es aconsejable aprenderse los cuentos ya que esto garantizará la explicación fluida de la historia. Sin ninguna interrupción se facilitará el seguimiento de la trama, dándole un aire de "cosa vivida".

Variar el tono de la narración resulta fundamental

Es importantísima la entonación, las pausas y el suspense. Si se mantiene siempre el mismo tono se puede provocar aburrimiento y falta de atención. Una pausa breve pero contundente en el momento álgido de la historia mantendrá a los oyentes a la expectativa y conllevará un deseado suspense que se verá cumplido con la emoción final del desenlace.

Es mejor no entretenerse con descripciones largas. Las frases cortas y claras ayudarán a los niños a crear sus propias imágenes. La narración enriquece la imaginación de los niños. Bajo la magia de la palabra construyen en sus mentes la escena descrita y la ven con los ojos de la imaginación. Creerse la historia es vital para convencer a los niños

La entonación, la velocidad en la explicación y el entusiasmo en la narración son premisas clave para el buen cuentacuentos. La teatralidad que cada cual quiera imprimirle y su propia personalidad marcarán la forma cómo el cuento va a llegar a los niños. Las onomatopeyas y las hipérboles son recursos fantásticos para cualquier narración oral. Las hipérboles pueden ir casi siempre acompañadas del gesto. Exagerar los elementos de la narración hará abrir los ojos desmedidamente a los que la escuchan y las onomatopeyas son un maravilloso recurso expresivo a la hora de contar cuentos, por lo que es bueno utilizarlas en la narración.

Cambiar las voces de los personajes (siempre que haya como mucho 4) es una buena manera de hacer que los niños no solo sepan de los personajes, sino que los escuchen y sepan como son.

Además un buen narrador debe dialogar con el público para hacerles partícipes en todo momento, ya que ellos también forman parte de la historia que están escuchando.

Por último, la premisa esencial, fundamental y primera es creer a pies juntillas en la veracidad de la historia y explicar los cuentos con sumo gusto, creyendo en ellos, disfrutando del momento y compartiendo con los niños la maravillosa experiencia de la comunicación.

Con todo esto paso a describir mi cuentacuentos para niños de dos años.


 Yo elegí contar Los tres cerditos, porque me parece un cuento muy bueno. Lo he contado siempre en las aulas en las que he trabajado y les gusta mucho, por eso decidí contarlo en clase para ver si lo realizaba bien y me dijeran comentarios para poder mejorarlo.

Utilicé casi todas las características del cuentacuentos:
  • Utilice una buena entrada y salida en el cuento:
    • Érase una vez que se era en un bosque…
    • Y Colorín, colorado este cuento se ha acabado.
  • Seguí la estructura: introducción, nudo y desenlace.
  • Adapté el cuento para la edad que correspondía(2 años)

Utilicé:
  • Onomatopeyas
  • Hipérboles
  • Cambio de voces en los personajes
  • Mucha gesticulación
  • Un lenguaje sencillo con pausas
  • Una velocidad y entonación adecuada para que los niños me entiendan y estén más atentos a la escucha del cuento.
  • Les puse nombre a los personajes.
  • Cante canciones con rimas(inventadas)


Todos conocemos esta historia, pero os voy a realizar un resumen de la trama:
La primera historia de "Los Tres Cerditos" fue escrita por James Orchard Halliwell en 1849.

Resumen de la trama
El esquema básico de la historia de "Los Tres Cerditos" es una historia de tres cerdos que construyen cada uno una casa.

Uno se toma poco tiempo en la construcción de la casa haciéndola de paja y pasa el resto de su tiempo jugando y relajándose.


Un segundo cerdo construye una casa de palos, que tarda un poco más, pero de nuevo valora el tiempo de relajación.

Un tercer cerdito decide construir una casa de ladrillos, que requiere una gran cantidad de tiempo y esfuerzo. Él valora tomarse el tiempo para construir una vivienda adecuada por sobre la relajación y la recreación.

Cuando el "Lobo Feroz" llega a las casas, sólo la casa de ladrillos del tercer cerdito hace frente a la presión aplicada desde el lobo.

Cuando conté esta historia a mis compañeras, ellas me comentaron que les había encantado la forma en que la realicé, y que estaba muy buen adaptado para la edad que proponía. También me dijeron que las voces que puse a los personajes eran muy claras y que en ningún momento me liaba al ponerlas, ya que son pocos personajes. Además les gustó mucho las onomatopeyas, las hipérboles y los ruidos que hacía mientras contaba el cuento, ya que por ejemplo, cuando van a buscar los materiales para hacer las casitas (paja, madera y ladrillo), cuando llaman a la puerta, etc… yo hacía gestos y sonidos familiares para ellos, con lo que se les hacía más atractivo seguir la historia. La gesticulación que utilicé también les gustó mucho, ya que en todo momento, hago gestos con las manos y la cara. Emplee canciones inventadas, silbidos, etc… y eso les encantó.

Los aspectos a mejorar que me señalaron que hiciera era que les preguntara a los oyentes de una forma simple y clara, porque así conseguiría hacerles más participes, y que sería mejor que no pusiera nombres a los personajes, ya que eso puede ser un poco lioso.

Las he hecho caso y hoy he contado el cuento en mi aula con todos los aspectos que me dijeron que mejorara y el cuentacuentos ha salido a la perfección.

Muchas Gracias Chicas.





Conclusión:


Al principio la idea de contar un cuento en clase me pareció algo “aterradora”, ya que había que contárselo a personas adultas y no a niños, pero luego me mentalicé que no pasaba nada y que seguro que lo iba hacer bien. Conté mi cuento y les encantó. Por lo que al final mis miedos era infundados y la experiencia me ha parecido enriquecedora.

Como Conclusión tengo que decir que contar cuentos no es fácil, que la hora del cuento tiene que ser un ratito de expresión, atención, imaginación, y sobre todo conseguir transportar a los niños a un mundo de fantasía.

Bajo mi punto de vista, realizar cuentacuentos es la mejor forma para conseguir esto, ya que los niños no disponen de imágenes y tienen que utilizar la imaginación en todo momento. Antes de empezar a contar un cuento o una historia, nos tenemos que fijar en la edad de los oyentes y en su momento evolutivo, porque en este caso “no vale todo”. 

Además creo que el cuento tiene que atraer a los niños, porque si les contamos algo aburrido para ellos se van a dispersar y la hora del cuento va a ser un caos. Pienso que como educadoras es algo que tenemos que tener muy en cuenta para poder contar un cuento y que ese ratito sea lo más agradable posible.




"Blanca y Alatriste"---Adaptación de un cuento folclórico


Mi adaptación del cuento está destinada a niños de aproximadamente 3 años, ya que he cambiado a los personajes por animales.  El niño en la segunda infancia (3-6 años) está armado ya de imágenes que le permiten el pensamiento simbólico e intuitivo. El interés en estas edades se vuelca hacia el mundo abigarrado de objetos, animales y gentes que le rodean. Es el momento de la curiosidad, la imitación, el animismo y el inicio, al final, de la fantasía.
El material literario responde a estas urgencias que continúa teniendo mucho ritmo como las rondas y los cuentos de repetición, y además agrega animales animados (animismo), cuentos con movimientos de imitación, cuentos dramatizados y los primeros cuentos de hadas, al final del periodo.  He decidido humanizar animales (animismo), porque es uno de los temas preferidos para estas edades, además al ser animales, los niños los reconocen e identifican mejor.
Las partes que constituyen al argumento del cuento son:
La Exposición/Comienzo: Es una especie de presentación de los elementos que conformarán el relato. Será breve, clara, sencilla, y en ella quedarán establecidos el lugar de la acción y los nombres de los personajes principales.
La Trama/Desarrollo: o nudo, constituye la parte principal del cuento, aunque no la esencial. El mecanismo de la exposición cobra aquí movimiento y desarrollo; y del acierto estético y psicológico del autor para manejar los diversos elementos, dependerá en gran parte el valor de la obra.
Desenlace/Final: es la última y esencial parte del argumento. Deberá ser siempre feliz. Aun aceptando las alternativas dolorosas o inquietantes que se suceden en el transcurso de la acción, el final del cuento habrá de ser sinónimo de reconciliación, sosiego y justicia; vale decir, felicidad total y duradera.
Respecto a la extensión de las partes que componen el cuento, éstas deben guardar relación con la importancia concreta que cada una tenga dentro del relato. Debemos señalar que la estructura descrita se refiere al cuento tradicional, que es organizado de forma lineal o narrado cronológicamente.
Con todo esto, podemos decir que un cuento tiene una estructura básica divida en tres partes: comienzo, desarrollo y final.
 En el comienzo se presenta a los personajes en su entorno natural, en este caso la historia se desarrolla en  un bosque y un lago. Luego tiene lugar un evento principal que conduce al conflicto que enfrentará el personaje de la historia.
En el desarrollo, el personaje principal se esfuerza por solucionar el problema ante el deleite de su adversario; aquí el conflicto se produce cuando nace la princesa y  la reina negra intenta matarla por tener celos por su belleza. Durante el desarrollo de la historia vemos como la princesa con ayuda de sus compañeros busca una solución para terminar con el reinado de la malvada reina y así poder vivir en paz y armonía.
En el desenlace, el personaje principal soluciona el conflicto. La fábula transmite un mensaje de solidaridad, porque todos intentan ayudar a la princesa, nos dice que tenemos que tener fuerza interior para poder sobre llevar mejor las situaciones difíciles, y sobre todo nos enseña que la envidia y los celos hacia los demás son sentimientos rencorosos y malos, y que no por ello debemos hacer daño a las personas, sino que tenemos que respetar a los demás tal y como son y sobre todo respetarnos a nosotros mismos para que los demás nos acepten como somos.
He seguido el mismo esquema  de personajes de la historia principal.  Este esquema es:
·         Un rey
·         Una reina que muere
·         La princesa
·         La madrastra o reina malvada
·         El cazador (el lobo)
·         Los 7 bandoleros (las ranas)
·         “El amor” de la princesa.
El esquema de la historia que he seguido es:
·        Nacimiento de la princesa.
·        Muerte de la reina buena.
·       Casamiento entre el rey y la malvada reina/ madrastra.
·       El inicio entre el conflicto de la madrastra con la princesa. Despues la madrastra quiere deshacerse de ella y le pide al lobo que lo haga por ella
·      El lobo deja libre a la princesa y ella encuentra a un grupo que la acoge en su casa (estanque)
·     El grupo realiza actividades peligrosas en contra de la reina, por lo que la princesa también actúa de esta manera.
·        La princesa se enamora de un miembro del grupo.
·        Algunos de sus amigos son capturados, y ella va a buscarlos.
·       La princesa regresa a su hogar enfrentándose a sus miedos y a la malvada reina con la ayuda de sus nuevos amigos.
·         La madrastra es castigada por la forma en que la trata.
·         Desenlace con final feliz: se declara a su amado, se casan y son felices reinando en el lago.

  

El lenguaje que he utilizado es simple, con lugares y animales que conocen para que les llame más la atención y sean capaces de entender toda la historia.
Como bien sabemos, en un cuento se conjugan varios elementos, cada uno de los cuales debe poseer ciertas características propias: los personajes, el ambiente, el tiempo, la atmósfera, la trama,  la tensión y el tono.  He plasmado estas características de la siguiente forma:
Los personajes o protagonistas de un cuento, una vez definidos su número y perfilada su caracterización, pueden ser presentados de forma directa o indirecta, según se describan en la historia. En ambos casos, la conducta y el lenguaje de los personajes deben de estar de acuerdo con su caracterización. Debe existir plena armonía entre el proceder del personaje y su “perfil humano”. En este cuento, los personajes se definen al principio de la narración de una forma directa. Los actos que realizan y la  personalidad que desarrollan a lo largo de la historia están  en  completa concordancia.
El ambiente incluye el lugar físico y el tiempo donde se desarrolla la acción; es decir, corresponde al escenario geográfico donde los personajes se mueven. Como podemos ver, el escenario en el que transcurre la acción es  un lago que hay dentro de un bosque, ya que los personajes son animales  y este es su hábitat natural.
El tiempo corresponde a la época en que se ambienta la historia y la duración del suceso narrado. Este último elemento es variable.
La atmósfera corresponde al mundo particular en que ocurren los hechos del cuento. La atmósfera debe traducir la sensación o el estado emocional que prevalece en la historia. Debe irradiar, por ejemplo, misterio, violencia, tranquilidad, angustia, paz, etc.
La trama es el conflicto que mueve la acción del relato. El conflicto da lugar a una acción que provoca tensión dramática.  La trama de este cuento son los celos y la envidia que siente la malvada reina por la princesa y todas las situaciones que se le ocurren para hacerla daño.
La tensión corresponde a la intensidad que se ejerce en la manera como el autor acerca al lector lentamente a lo contado. Así atrapa al lector y lo aísla de cuanto lo rodea, para después, al dejarlo libre, volver a conectarlo con sus circunstancias de una forma nueva, enriquecida, más honda o más hermosa. La tensión se logra únicamente con el ajuste de los elementos formales y expresivos a la índole del tema, de manera que se obtiene el clima propio de todo gran cuento, sometido a una forma literaria capaz de transmitir al lector todos sus valores, y toda su proyección en profundidad y en altura.
El tono corresponde a la actitud del narrador ante lo que está presentando. Éste puede ser humorístico, alegre, irónico, sarcástico, etc.

A continuación relato mi adaptación, espero que os guste:

“Blanca y Alatriste”
Había una vez en un bosque muy lejano, un lago grandísimo rodeado de plantas y flores preciosas. En él vivían muchos animales, estaban los peces, las ranas, los patos, los lobos, los pajaritos y sobre todo los cisnes. Cada uno, tenía un papel muy importante: las ranas buscaban comida, los lobos protegían a los demás animales y los cisnes eran los reyes del algo por ser los más bonitos de aquel lugar.

El rey y la reina cisne eran muy grandes y tenían un color dorado precioso. Un día tuvieron una hermosa hijita cisne, blanca como la nieve, y por eso la llamaron Blanca.
De repente la reina cisne murió y el rey se casó con una maravillosa cisne negra, pero lo que el rey no sabía, era que ella era muy mala y odiaba a la princesa cisne, por tener unas  hermosas plumas blancas.
Todas las mañanas la reina iba por el estanque vigilando a los demás animales, aterrorizándolos y quitándoles la comida. Ellos no la decían nada, porque era tan mala que la tenían muchísimo miedo. Y con Blanca no iba a ser diferente, la odiaba tanto que no la dejaba salir del lago ni hablar con ningún animalito, pero aun así, Blanca siempre estaba contenta y todos la adoraban.
Un día, la malvada reina se cansó de que Blanca fuera tan querida por todos y le pidió a un lobo que  la matara para que ella fuera la más bella del bosque. El lobo cohibido por la reina, aceptó el malvado plan y se fue con la princesa a dar un paseo por el bosque. Pero según iban hablando y andando por el bosque, el lobo se iba arrepintiendo de lo que iba hacerle a la princesa, así que le contó todo y le dijo que no volviera nunca más al lago, porque si no la reina negra la iba a matar y a él también como se enterase de que seguía viva.
Así, para que la reina no descubriera el engaño, el lobo cogió un par de plumas blancas de la princesa y las manchó para llevárselas a la reina. Cuando el rey se enteró de que su hija había muerto, se puso tan triste que se fue del bosque y dejó el reino en manos de la malvada cisne negra.
La princesa Blanca voló muy lejos, hasta que encontró un estanque en el que había un pato con un ala rota y muchos colores. Blanca se asustó mucho al verle, pero el pato se acercó y le dijo:
-No tengas miedo, me llamo Alatriste. Vivo en este estanque con siete ranas, ellas están buscando comida, pero cuando vuelvan hablaremos con ellas para ver si te puedes quedar con nosotros.
Cuando llegaron las ranas, todos juntos le preguntaron a Blanca que le había pasado y porque estaba tan asustada. Blanca le contó toda la historia y les dijo que no podía volver al lago porque si no la reina la iba a matar. Las ranas y Alatriste aceptaron que se quedaran en el estaque a vivir con ellos y fue así como Blanca descubrió que aquel grupo también fueron desterrados por la reina por revelarse contra ella.
Las ranitas le dijeron a  Blanca que en realidad se dedicaban a robar comida para dársela a los demás animales del bosque, ya que la reina les dejaba sin comida y que si quería podía acompañarles, pero Blanca decidió que la mejor forma para ayudarles era quedándose en el estanque vigilándolo junto con Alatriste.

Todos los días, las ranitas se iban a buscar la comida. Blanca y Alatriste se quedaban en el estanque limpiándolo, recogiéndolo,  jugando,  hablando, y como pasaban tanto tiempo juntos, al final se enamoraron.
Un día, un pajarito amigo de la reina, les vio en el estanque y corriendo, corriendo, corriendo se fue a avisar a la reina negra. La reina cuando se enteró de todo aquello y de que el lobo la había engañado, se enfadó muchísimo y también le desterró fuera del bosque.
 El lobo muy triste, se puso a caminar y al cabo de un rato encontró el estanque de Blanca, Alatriste y las siete ranitas. Los demás le acogieron y todos juntos formaron una familia muy peculiar.
La reina obsesionada por encontrar a Blanca y matarla, reunió a su ejército para que la ayudaran con su malvado plan. Y se pusieron a buscar a la princesa, pero en vez de encontrarla, vieron a las ranas robándoles la comida. La reina se enfadó tantísimo que  intentó capturarlas, las ranas empezaron a saltar, a correr, pero… ¡Al final pillaron a 4 ranitas!  La reina se las llevó al lago y nunca más iban a ver a sus hermanitas, ni a Blanca, ni a Alatriste.

Las otras ranas, se fueron saltando y cuando llegaron a su estanque,  se lo contaron todo a Blanca y Alatriste. Blanca se enfadó muchísimo y les dijo:
-¿Qué les ha capturado? ¡No la vamos a dejar que les haga daño! Vamos al lago a hablar con la reina para que suelte a las ranitas.
Y entonces, cogieron el camino para irse a verla al lago. Pero antes de llegar, se encontró con los habitantes del bosque y les contó lo que la reina iba hacerles a las ranitas, y todos empezaron a enfadarse con la reina. Blanca, que era muy lista, habló con ellos y les convenció para revelarse y vengarse de la malvada reina. Fue así como todos los animales  pensaron en  capturar a la reina negra y  espantar a su ejército.
Cuando llegaron al lago y tuvieron cerca a la reina y a su ejército, Blanca le dijo que no iba a consentir lo que estaba haciendo, que ella era la princesa del lago y que todos los animales tenían que ser felices.  Al final consiguieron que soltara a las ranitas  y desterraron a la reina fuera del bosque para que nunca más dañara a ningún animal.
Así, Blanca enamorada de Alatriste, decidieron casarse y reinar en el maravilloso lago con todos los animales en paz y armonía.
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
Fin

 Fuentes de interés:
Apuntes de Literatura de Irune Labajo de La Salle




martes, 8 de abril de 2014

CUENTACUENTOS

A la hora de elegir entre los tres tipos de transmisión literaria: narración con cuento, lectura o cuentacuentos, me decidí por realizar un cuentacuentos para niños de dos años, sobre un texto folclórico, como son Los tres cerditos.

Como bien sabemos, los cuentacuentos son relatos, trasmitidos oralmente, que desarrollan la imaginación de los niños, porque tenemos que tener en cuenta en esta estrategia de transmisión literaria no se utilizan ilustraciones; las únicas imágenes que el receptor ve, las crea su imaginación y ésta es, precisamente, la mayor virtud del cuentacuentos: la capacidad de generar imágenes en la mente del que escucha, la capacidad de desarrollar la fantasía, la imaginación, y como educadoras, estas capacidades las tenemos que desarrollar cuanto antes para que el niño pueda disfrutar y saborear mejor de la lectura.

Un buen cuentacuentos, debe seguir la estructura clásica del cuento: introducción, nudo y desenlace.
  • En la introducción se plantea la historia y se presenta a los personajes.
  • En el nudo se desarrolla la trama, se expone el conflicto que implica a protagonistas y antagonistas y se coloca al oyente en el punto álgido de la situación.
  • En el desenlace se ofrece la solución de la historia con sus conclusiones.

Los cuentos infantiles suelen tener una fórmula de inicio (tal como "érase una vez", "había una vez" o "érase una vez que se era") y una de salida (del estilo "y fueron felices y comieron perdices"), ya que los cuentos suelen acabar bien.

La tarea de los cuentacuentos

Parece que explicar un cuento no debe comportar ningún problema, pero a la hora de la verdad, ante un exigente público infantil, contar bien un cuento no es tan fácil: se requiere una cierta dosis de gracia y un poco de técnica.

El primer requisito de indispensable cumplimiento es saber elegir el cuento, atendiendo a algunos condicionantes. El primero es la edad de los oyentes ya que, dependiendo de esta variable, cambiará su nivel de comprensión y su capacidad de atención. Así pues, la primera obligación del buen cuentacuentos es atinar en la elección de la historia.

Adaptar el lenguaje a los más pequeños

Una vez escogida, el cuentacuentos deberá ser capaz de adaptar su lenguaje para facilitar el entendimiento de los pequeños. Es una buena idea preparar una ambientación adecuada al cuento: una iluminación conveniente, una mínima escenificación y quizá algún muñeco o títere, darán más fuerza, vivacidad y credibilidad a la historia y a quien la cuenta.

Sin embargo, no disponer de elementos externos y contar sólo con el apoyo de un libro o de la propia memoria, no debe representar ningún obstáculo en el camino hacia el éxito del cuentacuentos, porque, como decía el escritor francés Antoine de Saint-Exupéry, "los niños tienen mucha tolerancia con los adultos".

Características del buen narrador

Un buen narrador debe ser capaz de convencer con su voz, sus gestos, sus movimientos y su cara. Precisa imaginación, expresividad y grandes dosis de comunicación para que se produzca la necesaria empatía con los oyentes infantiles. Una vez establecida esta conexión entre el adulto que cuenta el cuento y el niño que lo escucha, la complicidad está asegurada y el éxito de la historia está garantizado.

Un cuentacuentos no debe limitarse a leer una historia usando palabras más o menos certeras, sino que debe hacer soñar a los niños, transportándoles con su narración hasta el mundo imaginario en el que viven los cuentos (los de ahora y los de siempre) dándoles el punto de vivacidad y certeza que "enganche" a los niños.

Es aconsejable aprenderse los cuentos ya que esto garantizará la explicación fluida de la historia. Sin ninguna interrupción se facilitará el seguimiento de la trama, dándole un aire de "cosa vivida".

Variar el tono de la narración resulta fundamental

Es importantísimo la entonación, las pausas y el suspense. Si se mantiene siempre el mismo tono se puede provocar aburrimiento y falta de atención. Una pausa breve pero contundente en el momento álgido de la historia mantendrá a los oyentes a la expectativa y conllevará un deseado suspense que se verá cumplido con la emoción final del desenlace.

Es mejor no entretenerse con descripciones largas. Las frases cortas y claras ayudarán a los niños a crear sus propias imágenes. La narración enriquece la imaginación de los niños. Bajo la magia de la palabra construyen en sus mentes la escena descrita y la ven con los ojos de la imaginación. Creerse la historia es vital para convencer a los niños

La entonación, la velocidad en la explicación y el entusiasmo en la narración son premisas clave para el buen cuentacuentos. La teatralidad que cada cual quiera imprimirle y su propia personalidad marcarán la forma cómo el cuento va a llegar a los niños. Las onomatopeyas y las hipérboles son recursos fantásticos para cualquier narración oral. Las hipérboles pueden ir casi siempre acompañadas del gesto. Exagerar los elementos de la narración hará abrir los ojos desmedidamente a los que la escuchan y las onomatopeyas son un maravilloso recurso expresivo a la hora de contar cuentos, por lo que es bueno utilizarlas en la narración.

Cambiar las voces de los personajes (siempre que haya como mucho 4) es una buena manera de hacer que los niños no solo sepan de los personajes, sino que los escuchen y sepan como son.

Además un buen narrador debe dialogar con el público para hacerles partícipes en todo momento, ya que ellos también forman parte de la historia que están escuchando.

Por último, la premisa esencial, fundamental y primera es creer a pies juntillas en la veracidad de la historia y explicar los cuentos con sumo gusto, creyendo en ellos, disfrutando del momento y compartiendo con los niños la maravillosa experiencia de la comunicación.


Con todo esto paso a describir mi cuentacuentos para niños de dos años. 


Yo elegí contar Los tres cerditos, porque me parece un cuento muy bueno que ayuda a los niños a aprender que el esfuerzo es una gran característica que tenemos que tener todas las personas en ciertos momentos de nuestra vida, y que mejor momento para aprenderlo que cuando somos pequeños.
Para realizar este cuentacuentos, me leí el cuento, lo adapte un poco para la edad que propongo, lo ensayé y se lo conté a mis alumnos para ver si tenía buena acogida entre ellos. Tuve muy buen resultado, así que me decidí a contarlo en clase. 

Utilicé casi todas las características del cuentacuentos:
  • Una buena entrada y salida en el cuento:
    • Érase una vez que se era, en un bosque…
    • Y Colorín, colorado este cuento se ha acabado.
  • Seguí la estructura: introducción, nudo y desenlace.
  • Adapté el cuento para la edad que correspondía (2 años)
  • Utilicé:
    • Onomatopeyas
    • Hipérboles
    • Cambio de voces en los personajes
    • Mucha gesticulación
    • Un lenguaje sencillo con pausas
    • Una velocidad y entonación adecuada para que los niños me entiendan y estén más atentos a la escucha del cuento.
  • Les puse nombre a los personajes.
  • Canté canciones con rimas(inventadas)

Todos conocemos esta historia, pero os voy a realizar un resumen de la trama:

La primera historia de "Los Tres Cerditos" fue escrita por James Orchard Halliwell en 1849.

El esquema básico de la historia de "Los Tres Cerditos" es una historia de tres cerdos que construyen cada uno una casa.

Uno se toma poco tiempo en la construcción de la casa haciéndola de paja y pasa el resto de su tiempo jugando y relajándose.

Un segundo cerdo construye una casa de palos, que tarda un poco más, pero de nuevo valora el tiempo de relajación.

Un tercer cerdito decide construir una casa de ladrillos, que requiere una gran cantidad de tiempo y esfuerzo. Él valora tomarse el tiempo para construir una vivienda adecuada por sobre la relajación y la recreación.

Cuando el "Lobo Feroz" llega a las casas, sólo la casa de ladrillos del tercer cerdito hace frente a la presión aplicada desde el lobo.

Al final el lobo decide entrar por la chimenea, pero los cerditos que eran muy listos pusieron una olla con agua caliente debajo, y cuando el lobo cayó de la chimenea, se quemó el culo y se fue corriendo otra vez al bosque.

Las Lecciones morales que podemos encontrar en esta historia son:

La principal lección moral aprendida de "Los Tres Cerditos", es que el trabajo duro y la dedicación valen la pena. Mientras que los dos primeros cerdos rápidamente construyeron casas y tuvieron más tiempo libre para jugar, el tercer cerdito trabajó en la construcción de su casa de ladrillos. En comparación con los otros dos cerdos, el esfuerzo extra del tercer cerdito dio sus frutos en su casa que duró. La idea de tomar el tiempo necesario para realizar una tarea de la manera correcta ha sido adoptada por muchas organizaciones de trabajo y predicada por los maestros y padres de niños durante muchas generaciones.

Cuando conté esta historia a mis compañeras, ellas me comentaron que les había encantado la forma en que la realicé, y que estaba muy buen adaptado para la edad que proponía. También me dijeron que las voces que puse a los personajes eran muy claras y que en ningún momento me liaba al ponerlas, ya que son pocos personajes. Además les gustó mucho las onomatopeyas, las hipérboles y los ruidos que hacía mientras contaba el cuento, ya que por ejemplo, cuando van a buscar los materiales para hacer las casitas (paja, madera y ladrillo), cuando llaman a la puerta, etc… yo hacía gestos y sonidos familiares para ellos, con lo que se les hacía más atractivo seguir la historia. La gesticulación que utilicé también les gustó mucho, ya que en todo momento, hago gestos con las manos y la cara. Emplee canciones inventadas, silbidos, etc… y eso les encantó.

Los aspectos a mejorar que me señalaron que hiciera era que les preguntara a los oyentes de una forma simple y clara, porque así conseguiría hacerles más participes, y que sería mejor que no pusiera nombres a los personajes, ya que eso puede ser un poco lioso.

Las he hecho caso y hoy he contado el cuento en mi aula con todos los aspectos que me dijeron que mejorara y el cuentacuentos ha salido a la perfección.

Muchas Gracias Chicas.


Conclusión:

Al principio la idea de contar un cuento en clase me pareció algo “aterradora”, ya que había que contárselo a personas adultas y no a niños, pero luego me mentalicé que no pasaba nada y que seguro que lo iba hacer bien. Conté mi cuento y les encantó. Por lo que al final mis miedos era infundados y la experiencia me ha parecido enriquecedora.

Tengo que decir que contar cuentos no es fácil, que la hora del cuento tiene que ser un ratito de expresión, atención, imaginación, y sobre todo conseguir transportar a los niños a un mundo de fantasía.

Bajo mi punto de vista, realizar cuentacuentos es la mejor forma para conseguir esto, ya que los niños no disponen de imágenes y tienen que utilizar la imaginación en todo momento. Antes de empezar a contar un cuento o una historia, nos tenemos que fijar en la edad de los oyentes y en su momento evolutivo, porque en este caso “no vale todo”. 

Además creo que el cuento tiene que atraer a los niños, porque si les contamos algo aburrido para ellos se van a dispersar y la hora del cuento va a ser un caos. Pienso que como educadoras es algo que tenemos que tener muy en cuenta para poder contar un cuento y que ese ratito sea lo más agradable posible.